viernes, 25 de septiembre de 2015

El desafío eterno: educar en diversidad

Con los triunfos jurídicos a la vista en diversidad sexual (unión concubinaria, adopción homoparental, ley de identidad de género, matrimonio igualitario, Tarjeta Uruguay Social para personas trans, y otros), tiene sentido que las organizaciones que estuvieron atrás de esos logros, hoy encabecen la Marcha de la Diversidad 2015 con el mensaje: "educar en diversidad". Ahí está el valor agregado. Porque hoy el debe más grande es cultural, de educación, para incluir. Porque la diversidad es un mensaje a la interna de cada uno. Es vital para encontrarle sentido a que a todos no nos gusta lo mismo, que todos no nacimos con las mismas oportunidades, y que la orientación sexual o las diferencias socio-económicas, por ejemplo, están muy lejos de ser riesgos sociales mientras las aceptemos. La división sí es un riesgo. La división social hoy fabrica una minoría de violentos sin valor por la vida que hacen temblar a cientos de miles en un país minúsculo. La epidemia de miedo está distribuida por algunos medios (con fines ideológicos o comerciales) que exprimen violentos para vender indignaciones en frascos de veneno, y sin medir consecuencias. Eso a lo que tanto le tememos todos los días nace de la división, y no depende de la eficacia de un gobierno, mucho menos de un Ministerio. Es social. 

También es lógico que la Marcha tenga una convocatoria principalmente por redes y no gran presencia mediática. Lo rentable hoy son las piedras, las pintadas, el 6% y la muerte de otro trabajador del transporte a manos de la ex pareja de su amante. De lo superficial a la indignación. Pero celebro que tevéCIUDAD permita transmitir la marcha por TV por primera vez en la historia uruguaya.

Educar en diversidad es caminar para que conforme avance el tiempo, no sea tan necesario hacer marchas, ni sean heroicas las historias de los gays que pudieron vivir libres por superar el calvario y "salir del closet". Es también caminar para que nos resulte natural aceptar que no hay una sola manera de vivir o de ser. Y quienes rechazan este avance de derechos con justificaciones como: "está de moda ser progre"...esos tipos solo tienen miedo y es entendible, porque lo consumen como el agua. Y "también son parte de la diversidad defendida, aunque ellos nunca lo lleguen a entender", como dijo Martín Rodríguez. Ojalá que avanzar en derechos y oportunidades nunca pase de moda. Bien por Uruguay que todavía no se fue a la mierda.


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