miércoles, 21 de marzo de 2018

Las redes, el vicio del ego y el discurso anti feminista de Gabriel Pereyra

La consolidación de las redes sociales como medios de comunicación nos convirtió en editores de nuestra propia imagen pública. En ese escenario, hace tiempo identifico ejemplos de excelentes periodistas que, seducidos por la aceptación popular (una droga que no conozco pero debe ser riquísima), pervierten su mejor capital periodístico: su rigor y credibilidad. El caso de Gabriel Pereyra y su postura sobre el feminismo es el más actual. 

En esta columna publicada ayer en El Observador, Pereyra antepone su necesidad de confrontar con la lucha feminista, a luchar por la existencia desigual de la mujer; lo hace para alimentar su ego porque tiene un discurso sólido desde lo informativo y eso acarrea aplausos, pero falla en el espíritu. Luego de leer esta columna queda evidente que su motor no es dar cuenta de todas las desigualdades que menciona en su columna, sino anular las desigualdades expuestas simbólicamente en la marcha. Busca la confrontación y eso nunca puede favorecer la igualdad en un colectivo tan complejo como la sociedad. Bastante confrontación tenemos, siendo tan pocos. Y el peligro más grande es que Pereyra es un tipo respetable porque es un muy buen periodista: de laburo serio, con investigaciones propias, información valiosa, y sus trabajos evidentemente encuentran mucha aprobación. No obstante, el riesgo de su trabajo radica en sus motivaciones a la hora de pensar en la desigualdad de género.


"Uno solamente tiene que decir la verdad no para que la repercusión de esa verdad mejore su propia imagen, sino para que mejore el colectivo". Marcelo Bielsa


jueves, 15 de marzo de 2018

También se aprende con las "pantallitas" - Carlos A. Scolari tiene mucho para decir

¿Por qué adaptar la educación a una vida social de los jóvenes que gira en torno a tecnologías? Porque no nos queda otra.

Un paso clave que plantea Carlos A. Scolari es no caer en la baratija de decir que los gurises "están todo el día con la pantallita" y verlos como personas potencialmente capaces de generar y compartir contenidos de diferentes tipos y niveles de complejidad.

"Hoy por hoy, la distancia entre lo que pasa fuera de la escuela con los medios y la realidad de la escuela es muy grande. Hay poco contacto y lo que muchas veces prevalece es la estigmatización"

"La escuela tiene que enseñar a hacer una interpretación crítica; (pero) ese enfoque no cubre toda la realidad: al adolescente se lo interpela como una víctima frente a las pantallas, nosotros los interpelamos como prosumidores [productores y consumidores], y eso es un cambio respecto de la visión tradicional, es entender que los jóvenes algo saben porque están haciendo cosas"

https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2018/3/carlos-scolari-para-aprender-los-jovenes-usan-viejas-estrategias-en-nuevos-entornos/ 

jueves, 8 de marzo de 2018

Bielsa, el feminismo y la justicia social

"Uno solamente tiene que decir la verdad no para que la repercusión de esa verdad mejore su propia imagen, sino para que mejore el colectivo". Confieso que esta frase que se la leí a Marcelo Bielsa, me ha hecho desviar erróneamente el foco en la lucha por erradicar la existencia social desigual de la mujer. Eclipsado en reflexionar sobre algunas formas corrompidas de revindicación o difusión de esta enfermedad social (gracias a mi alto consumo digital), perdía frecuentemente el foco de lo que justamente entiendo como obvia prioridad: mejorar el colectivo.

Llego a este día simbólico peleando contra mi contradicción interna pero convencido que la reflexión es el primer paso individual para mejorar cualquier desigualdad social. Y consciente que la peor conclusión de esa desigualdad, las muertes de mujeres por ser mujeres, no son números fríos, sino hijas de la naturalización histórica de esa desigualdad.

Entiendo que acortar o erradicar las desigualdades sociales necesitan de la reflexión que se alimenta con masiva adhesión, garantías legales, marchas, hechos simbólicos y difusión intensa. Y naturalmente esta lucha acarrea daños colaterales representados en la hipocresía oportunista, los intereses comerciales de algunos medios, y otros etcéteras, pero que la reflexión no pierda la brújula. Que nos importe el otro como prioridad.


El cine y su contexto - "Me tiré un caca-pedo, nos tenemos que ir", Sandy Lyle (Mi novia Polly)

Sandy Lyle es uno de los personajes más queribles del finado Philip Seymour Hoffman. En Mi novia Polly, Sandy es un actor frustrado aunque p...