martes, 26 de septiembre de 2017

Desafíos del contenido: entre las letras y los emojis


En un mundo que ofrece a la mano (smartphones) la satisfacción inmediata de deseos, es cada vez más difícil hacer foco en la lectura y el análisis. Máxime cuando resulta tan sencillo y efectivo formar discursos solo con imágenes. No obstante, el valor de las letras es igual de valioso para generar atención y/o emociones. 

Ya sea para generar emociones, sentimientos o reacciones (ventas), es evidente que con la enorme cantidad de información disponible en las redes, la competencia de las marcas por consumidores está en el contenido. Pero no tan evidente es que la construcción de contenido debe ser integral y profesional: es imperativo conjugar a profesionales de las letras con profesionales de las imágenes.

Los anunciantes deben comprender que a partir de las redes sociales, las marcas tienen su propio medio de comunicación y así como en un diario existen editores, los canales de la marca también deben tenerlo, por intermedio de agencias o inhouse. Y en la construcción del contenido está el “Qué” y el “¿Cómo? “A la hora de crear una estrategia de marketing eficiente, las compañías necesitan más que nunca al mundo de las letras porque (…) es más poderoso que nunca”, dice Puromarketing, en este artículo que refuerza el valor y calidad de las letras.

Por otra parte, la forma de presentar los contenidos tiene un peso tan preponderante como el de los textos a la hora de conectar con los consumidores. Aunque los consumos de información varían respecto a rangos etarios o niveles socio económicos, en la cultura actual, la imagen y el sonido prevalecen sobre los textos que demandan un foco de atención más prolongado y una mínima reflexión. Un mundo que ofrece en la mano (smartphones) la satisfacción inmediata de deseos, es cada vez más difícil hacer foco en la lectura y el análisis. Con una aplicación vemos el gol de Luis Suárez casi al mismo tiempo que su rival reanuda el juego, o podemos saber a cuántas cuadras está el taxi que viene a buscarnos. La sociedad empieza a reproducirse en un mundo que le fabrica deseos y puede satisfacerlos de inmediato.

Además, en este contexto no es extraño que las personas estamos empezando a componer discursos con memes, emojis, selfies, fotos, GIFs, y videos, y cambiamos nuestro lenguaje a una cultura cada vez más visual, que capta fácilmente la atención. Justamente esta columna de Revista Anfibia, indaga, entre otros fenómenos, por qué el gif de John Travolta puede explicar mejor que cualquier palabra, cuán desorientados nos sentimos en determinada situación.

Gretchen McCulloch, una lingüista que está escribiendo un libro sobre cómo Internet está cambiando el lenguaje, estudia el comportamiento de las personas con sus teléfonos. Dice que los emojis y otras formas de puntuación creativa son el equivalente digital de hacer una cara o un gesto con la mano cuando estás hablando

El desafío desde el marketing, el e-commerce o la publicidad es en primer lugar estudiar la cultura de consumo de contenidos en la que vivimos, y analizar cada enfoque con el mismo espíritu, para lograr una comunicación integral con contenidos creados de manera profesional. Así tendremos más chances de ser influyentes y expresivos, y generar empatía en el consumidor.

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