Ayer me di otra dosis anual de Vela Puerca. Cuando archivé la entrada me di cuenta que guardo otras de hace 11 años hasta hoy, y discos de hace más; muestra tangible de que es la única banda que sigue generándome emociones nuevas y fuertes cada vez que la escucho. Natural que pase con temas nuevos, pero también tengo otras interpretaciones de las canciones viejas por experiencias que viví, y que además despiertan nostalgia por ser banda sonora de varios momentos de mi vida.
De aquel Sporting en 2002 cambió mucho: sumaron instrumentos y estilos en el escenario, el baterista ya no es "Luquitas", ya nos acostumbramos a ver al Enano con una guitarra colgada y al Cebolla interpretar sus temas propios, personajes antes ignotos como Manolo (primer batero y asistente gral. del escenario) cobraron un protagonismo estelar en los conciertos, el Enano no le canta a la Policía y sí a la muerte y a la vida, y ya no vuelvo con transpiración prestada de los toques. Lo único que no cambió ayer fueron mis acompañantes: Nicolás Gottlieb Fernández y Alejandro Cao. A ellos les sumo otros 3 hermanos de ruta: Diego Mayobre, Joaquin Bernini (gracias por tus hombros) y Martin Soto Chimatti.
Siento profunda admiración por Sebastián Teysera, porque él soñaba con vivir de una banda de rock con amigos y lleva 19 años de un proyecto que cambió la historia del rock nacional y sin él no hubiera existido. Y no mide más de 1,64.
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