martes, 4 de diciembre de 2012

Canciones infantiles: vigencia, discriminación y moralejas

¿Qué mensajes esconden algunas de las canciones infantiles clásicas? Un análisis serio sobre los conceptos que de niños nunca cuestionamos y hoy, con experiencia, madurez y rigor académico, podemos sacar a la luz.

"Arroz con leche"

Acá se presenta un masculino heterosexual, que al parecer está en busca de una señorita para casarse. Hasta ahí todo 10 puntos; buena parte de la humanidad busca emparentarse con una mujer para formar una pareja. Pero en los requisitos para encontrar esa pareja me surgieron algunos cuestionamientos:

"Arroz con leche me quiero casar, con una señorita de la Capital"

Siempre lo dije, la jodita de burlarse de la gente del Interior es una creación cultural que los capitalinos reproducimos de generación en generación desde niños. No me puedo hacer cargo.   

La canción deja bien clarito: ¿te queres casar?, buscate una mina de la capital, acá en el Interior no sacás nada bueno y las que sirven están tomadas.

Pero luego viene lo mejor...¿qué tiene la capitalina que no tenga la del Interior...?

"Que sepa coser, que sepa bordar, que sepa abrir la puerta para ir a pasear".



Terrible. Desde la última vez que escuché a Victoria Rodríguez que no veía una discriminación tan peyorativa. El tema corte y confección lo dejo de lado. Pero suponer que una mujer del Interior es tan inútil como para no saber abrir la puerta para ir a pasear, es de Plan Condor. Yo tengo madre y abuela del Interior. Siempre las jodí, pero de chiste fácil nomás, aunque les tengo un respeto moderado y no me tiembla la voz si aseguro que no tienen limitaciones para abrir puertas antes de ir a pasear.

"Vamos de paseo"

"Vamos de paseo, pi pi pi, en un auto feo, pi pi pi, pero no me importa, pi pi pi, porque llevo torta"

Salir a pasear es un tema recurrente y me parece bien. Los niños sin actividad se aburren y dispersan fácilmente. Destaco tres cositas: 

1) Me parece que el padre, o quien maneje, se excede con la bocina, incluso si el paseo es en un fin de semana que hay menos gente en la calle. Siempre suponiendo que los "pi, pi, pi" son bocinazos.

2) Me imagino a una familia, paseando en un auto relativamente feo, como puede ser un Fiat Uno, o un Twingo violeta,  muy contenta y todos agitando alegría con el Pi, Pi, Pi. Pero también imagino que alguien se clava con la torta en la falda, y pasa muchos nervios para evitar que los niños se tiren arriba. Cuando digo torta pienso en algo bien pomposo, dulce, decorada, y no en una de jamón y queso.

3) Cuando vas a un cumple y te toca llevar torta, lo entiendo. Pero no me resulta natural salir a pasear con una torta porque sí. En realidad me surgen preguntas: ¿la torta se va comiendo en el camino? ¿No se toca y se le muestra a otros autos por la ventana? ¿Torta es una metáfora? ¿Dulce o salada?

"Un elefante se balanceaba..."

Mis padres usaban mucho la pregunta retórica para rezongar mis inquietudes: "Nacho, hasta que no lo rompas no lo vas a dejar quieto, no?

Una respuesta correcta sería: "Bueno, si escucho una canción de unos elefantitos traviesos que juegan al límite para ver si pueden romper la tela de una araña, hay buenas chances de reproducir esa conducta, papis". Hubiera sacrificado un millón de vasos de Coca Cola en mi niñez para que me surgiera esa respuesta.

"Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veía que resistía fue a llamar a otro elefante..."

¿Por qué los gorditos siguen subiendo a la tela de la araña? Para romperla. Van a seguir subiendo hasta que la rompan. Moraleja: Bien yo y todos los que insistieron con algo hasta romperlo.

 "Manuelita"

La historia es conocida: una tortuga que se enamoró pero se vio medio demacrada y se va pateando hasta París para que la arreglen un poco. Una de cal y una de arena porque en el viaje de vuelta se le arruina todo el look parisino pero cuando vuelve el tortugo es tan crá que la quiere igual. Como que le dice: "pa qué te fuiste, boluda, si yo tampoco soy George Clooney. ´Jate de cosas, hace 3 años te borraste y yo meta mandar mensajes indignos a Telechat".

La moraleja "aguante la belleza natural" me sirve mucho y además destaco 3 perlitas:

1) ¿Por qué si una mujer tiene necesidad de embellecerse debe ir hasta al hemisferio norte? ¿Será porque acá en el sur somos todos indios y seguro nadie sabe hacer un buen brushing progresivo? Paris es la cuna de la moda, correcto, pero aquí en Sudamérica (casi) todas las mujeres pueden agarrarse tranquilamente de la barra horizontal del ómnibus sin que aparezca una melena leonina desde la axila.

2) "Tantos años tardó en cruzar el mar, que allí se volvió a arrugar". Manuelita nunca hizo piscina en el club. Paga 1.10 que si te metés un rato largo adentro del agua, salís todo arrugadito. La primera señal son las yemas de los dedos.

3) "Manuelita una vez se enamoró, de un tortugo que pasó.
Dijo: ¿Qué podré yo hacer? Vieja no me va a querer
".

A vos Manuelita, que pasás por una crisis de autoestima te digo: bien podrías jugártela con un medio de transporte menos indigente que la brazada y más acorde a tu superficialidad.


Dejo un temita precioso de un músico norteamericano bien identificado con los niños. Dale click más o menos por esta zona.



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