miércoles, 20 de junio de 2012

¿Queremos previas con Golden King y porro del Estado?

Escucho la propuesta del gobierno para estatizar la producción y venta de marihuana y pienso en mi adolescencia; no la que estoy viviendo ahora siendo un inmaduro, sino la etapa biológica real cuando las únicas responsabilidades son los granos y evitar erecciones en lugares públicos.

Quizás peco de egocéntrico, pues es mi blog, hago lo que quiero y además me leen pocas personas a las que no les molesta mi egocentrismo. Quizás, el contexto de la medida obliga a pensar en algo más profundo que la adolescencia. Porque está enmarcada en una "Estrategia por la vida y la convivencia" para luchar contra la violencia. Pues no. Nadie dijo que es obligatorio tener conciencia social. Mucho menos cuando está maquillada de corrección política.

La primera imagen que se me viene a la cabeza cuando escucho hablar de una droga producida y vendida por el Estado, es a mí con mis amigos en la rambla de Punta Gorda, en cualquier estación del año, con una botella de Whisky ANCAP, una bolsa de hielos y otro líquido para cortar cualquiera de esas variedades producidas por CABA S.A, la destilería de ANCAP.

En esa época ninguno de nosotros tenía la billetera como ahora. Antes se llenaba con papelitos de Casas de Masajes, entradas viejas del Estadio, y algún carnet con nuestro nombre que nos hiciera sentir unos señores. Tampoco sabíamos bien a qué se dedicaba ANCAP o el Estado y la pobreza para nosotros significaba recursos escasos para tomar alcohol y salir a bailar. Y en grupos de personas que buscan alcoholizarse a cualquier precio, los whiksys de ANCAP eran realmente una opción muy interesante. Las 4 marcas de ANCAP, que hoy se mantienen, son Aged, Añejo, Mac Pay y el Golden King.  Con el Golden King tuvimos una relación tan afectiva que hasta el día de hoy lo compramos para tirarlo integramente.

Tomar el whisky de ANCAP es una experiencia gustativa y digestiva fea. Al principio lo tomábamos con Coca Cola, también probamos con agua, yogur sin pulpa, guiso de lentejas y hasta Pepsi. El objetivo era intoxicarse, deshinibirse y hablar con una mujer. Una charla mas o menos así:

Hombre deshinibido: "Ah, pero qué linda sos".
Persona de pelo largo: "Dale, flaco, ¿estás en la cola? Porque me meo".

Hoy soy otro tipo. En la billetera tengo: la boletera, el carnet de Nacional conmigo riéndome porque un amigo me hizo gestos cuando me sacaron la foto, tarjetas laborales de mis amigos, y un ticket del lavadero porque mi madre está de viaje. También sé que ANCAP se dedica, entre otras cosas, a importar pétróleo y fiarle la nafta a PLUNA, que Sendic sin bigote levanta más minas, y que de poco sirve el crecimiento económico y reducir la pobreza sin distribución equitativa . A mí no me crece el bigote pero parece que lo sexy es tenerlo y afeitarlo, así que sigo intoxicándome para conocer mujeres, y me convenzo que el 100 Pipers es Johnnie Walker. 

La diferencia es que todo ese conocimiento que logré en estos últimos 10 minutos googleando "ANCAP, pobreza en Uruguay, Pasta Base y porro", me hicieron un tipo más responsable y maduro. Es que si el Estado se propone monopolizar la producción y comercialización de la marihuana,  va a crear monstruos. ¿Se imaginan un país donde los "nenes bien" hagan previas con Golden King y porro del Estado? Horrible. Ojalá las discusiones parlamentarias hablen de competencia en la producción de maconia. No quiero porros cortados con orégano, nuez moscada, canela o migas de pan.




Música demagoga y preciosa. Ideal para este momento, aquí.



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