sábado, 16 de octubre de 2010

Pomelito después de la emoción más grande

El 2 de julio la selección uruguaya le dio la mayor alegría deportiva de su vida a muchísima gente, Pomelito incluido. El connotado cítrico, luego de festejar como nunca en su vida por todo Montevideo, se sentó en la computadora para tratar de escribir algo.



Un país loco de contento

Uruguay es semifinalista del mundial. En un partido dramático le ganó por penales 4 a 2 a Ghana. En el último minuto del alargue Suárez tapó como golero un tiro en la línea pero luego Gyan erró el penal. En la tanda de definición Muslera atajó dos y el Loco Abreu picó la pelota para desatar la fiesta nacional.

Hay momentos de extremas sensaciones, de alegría en este caso, en el que surgen tantas cosas para decir que es complicado articularlas de forma racional y coherente. O al menos es una limitación propia ante tal histórico triunfo. Además, veo al pueblo uruguayo abrazarse y llorar de emoción y el nudo en la garganta frena cualquier atisbo de lucidez.

Siendo fiel a su historia de triunfos y hazañas épicas Uruguay se metió entre los cuatro mejores del mundo. En su más floja actuación colectiva en lo que va del mundial igualó 1 a 1 en los 90, pero la suerte estuvo de su lado y cuando estaba a un penal de despertarse del sueño, el travesaño le devolvió el oxígeno. En los penales Muslera fue determinante tapando dos y en el último Abreu se mandó otra de sus “locuras”.

El encuentro comenzó favorable al equipo de Tabárez. Por el lado izquierdo de la defensa de Ghana se encontraron espacios y el Flaco Fernández a los 3 minutos mandó un centro que casi se le mete al golero Kingson. Luego lo tuvo dos veces Suárez: en una el arquero le tapó el remate por abajo y en la segunda, voló para despejar una volea infernal. Ahí se habían jugado 25 minutos.

A los 30` llegó el primer susto. El zaguero Vorsah saltó más que nadie y cabeceó apenas afuera del palo derecho de Muslera. Dos minutos después tuvieron otra; un contragolpe fulminante casi lo define Gyan pero por suerte su tiro rastrero se fue apenas afuera. Musiera se tiró pero no llegaba.

Uruguay quería terminar el primer tiempo porque los africanos cada vez se adelantaban con más hombres y así vino el baldazo: a 20 segundos de terminar los dos minutos de descuento Muntari sacó un zurdazo de 40 metros y la Jabulani hizo una parábola que confundió a Muslera y se metió en el arco celeste. Con ese mazazo nos fuimos al descanso.

Para el complemento Tabárez metió a Lodeiro por el Flaco Fernández. A los 10` encontramos el empate con un bombazo de tiro libre de Forlán, en el que el arquero pudo tener otra respuesta. El gol animó a la celeste que se fue arriba y así Suárez volvió a tenerla dos veces. En la primera la tiró afuera tras un gran centro pasado de Forlán, y en la segunda definió al primer palo de punta pero Kingson la tapó. Por el medio Forlán lo insultaba en cinco idiomas porque entendió que debía pasársela.

Tabárez lo quiso ganar en los 90 y mandó a Abreu por Cavani. El cambio tuvo buena intención pero las piernas ya no respondían y Ghana estaba más entero. Por eso los minutos finales los aguantamos en nuestra cancha.

Llegó el alargue y el Ruso Pérez subió su nivel; junto al incansable Arévalo cortaron con mejor efectividad que en los 90 iniciales. Sin embargo, la resistencia física fue determinante y Ghana dominó. En el último minuto del 2do tiempo el juez inventó un foul para Ghana. En el centro Suárez despejó una pelota en la línea y luego volvió a salvarla pero con un manotazo instintivo y que ahora agradecemos todos. Era la derrota. No quedaba tiempo para otra cosa que no fuera el penal de Gyan. Pero el ghanés la dio en el travesaño y la mano de Suárez valió el partido.

En los penales Muslera fue el otro héroe. Tapó dos y le dio doble chance a Uruguay. La primera la desperdició Maxi Pereira tirándole muy por arriba. En la segunda el Loco hizo lo que muchos pensaban: la picó y metió a la celeste entre los cuatro mejores del mundo.

Nadie se quiere despertar de este sueño. Y más allá de que Uruguay nos dio más alegrías de las que esperábamos, la ilusión de tocar la gloria como en otros tiempos no nos la saca nadie.


Publicado por Pomelito el 2 de julio de 2010 en www.teledoce.com.

Pomelito después de meterse entre los 8 mejores del mundial


El 26 de junio Uruguay le ganó a Corea del Sur 2 a 1 y se metió en cuartos de final. Pomelito se alejó de la fiesta por unos segundos, se recluyó en su escritorio y tiró unos comentarios.

El sueño es cada vez más grande

Uruguay sufrió pero le ganó 2 a 1 a Corea del Sur y está entre los ocho mejores del mundo. Dos goles de Suárez, un gigante Ruso Pérez y otro gran sacrifico colectivo para defender dieron rienda suelta a la mayor alegría deportiva de los últimos 40 años. Ahora esperamos por el ganador de Estados Unidos-Ghana.

El alemán pitó el final y los bocinazos se hicieron sentir más que nunca. La gente salió de los bares y las casas para festejar en caravana un triunfo que tenemos atragantado hace 40 años. Como en México 70` Uruguay se metió entro los ocho mejores del mundo y recuperó algo de nuestra rica historia.

En un partido que sufrimos mucho, el empate de Corea nos hizo reaccionar y Suárez metió el gol más festejado de los últimos años. A los 4 minutos padecimos la primera situación de peligro, con un tiro libre de Chu Young que pegó en el palo derecho de Muslera. Pero el récord de imbatibilidad se logró y el joven arquero superó a Mazurkiewicz.

Después Uruguay empezó a controlar el partido. Con la pelota y la impresión de que los defectos defensivos de Corea nos iban a dar el primer gol. Y así fue. A los 8` Cavani abrió una pelota para Forlán, quien se sacó de encima al lateral con un enganche y mandó un centro rasante inofensivo; el golero coreano erró el cálculo, la dejó pasar y por el segundo palo apareció Suárez para clavar el 1 a 0 con poco ángulo.

Desde la apertura hasta el descanso se vieron los mejores momentos de Uruguay en el partido. El equipo de Tabárez ganó el mediocampo y soltó a Maxi Pereira y Fucile. El jugador del Benfica llegó a definir en una situación muy clara pero su tiro rebotó en una mano que el árbitro no vio. Como siempre, la presión de Pérez y Egidio agobiaron al rival y fue en una patriada del Ruso, que Suárez pudo quedar mano a mano para marcar el segundo pero el línea cobró un offside que no fue.

De ahí en más Corea se hizo dueño del partido. En los últimos minutos del primer tiempo no llegó a inquietar a Muslera porque Uruguay tuvo la solvencia acostumbrada hasta ahora. Sin embargo, los primeros 20 minutos del complemento fueron un suspiro atrás del otro, y el gol coreano estaba al caer. Y cayó. Tras un despeje fallido de Victorino, la pelota bajó llovida al medio del área para que Chung-Yong Lee le ganara de cabeza a Lugano y Muslera y pusiera el empate.

Parecía que la ventaja física de los asiáticos sería determinante pero apareció la rebeldía uruguaya. El equipo celeste se adelantó varios metros y fue en busca del partido. El peligro del contragolpe coreano fue controlado por un trabajo incansable del Ruso Pérez y Arévalo Ríos. Además, al Ruso también le quedaba fuerza para atacar y en otra quijotada forzó un corner a 10 del final. Forlán lo levantó abierto y despejó la defensa pero el rebote lo tomó Suárez; el goleador de Holanda se hizo el espacio y con el empeine clavó un golazo contra el palo. Es verdad que demostró egoísmo en alguna jugada y cuando la pelota quemaba no la pudo retener como los otros delanteros, pero el segundo gol quiebra cualquier balanza porque es 100% Suárez: un jugador que se genera las chances él solo, y por eso fue el héroe de la victoria.

Los últimos minutos fueron de sufrimiento pero el pitazo final borró todo y agrandó la ilusión. Ahora el sueño es cada vez más grande.

Publicado por Pomelito el 26 de junio de 2010 en www.teledoce.com

Pomelito después de la clasificación a octavos

El 22 de junio de 2010 un cabezazo de Suárez sirvió para que Uruguay le ganara a Méjico 1 a 0 y clasificara a octavos de final del mundial. Ese mediodía Pomelito vomitó lo siguiente.

El sueño sigue en octavos

Con impecable compromiso defensivo y lucidez para atacar Uruguay nos dio otra emocionante alegría. Derrotó 1 a 0 a México con gol de Suárez y ganó el Grupo A. Dentro de un equipo en el que TODOS hicieron notable su trabajo, fue heroico lo del Ruso Pérez y Fucile, y brillante lo de Forlán, Cavani y Suárez en el decisivo gol. El sábado vamos contra Corea del Sur en octavos.

La gente se fue de los bares y oficinas, cortó 18 de julio, copó las plazas, salió a los balcones y se abrazó con cualquier desconocido. Al diablo el trabajo, el estudio y cualquier otra obligación. Todo por esta selección que sigue despertando una ilusión inédita en muchos jóvenes y que los más veteranos tenían guardada en el placard.

Tabárez planteó muy bien el partido tácticamente y los jugadores respondieron a la perfección. En los primeros minutos Uruguay esperó a México que controló la pelota pero no lastimó. En el medio campo la presión del Ruso Pérez y Egidio fue asfixiante y cuando los mexicanos jugaron con pases largos Victorino, Lugano, y el más exigido, Fucile, cortaron perfectamente.

La idea fue atacar con salidas rápidas y así se generó la primera chance para Uruguay a los 6 minutos. Un despeje largo le cayó a Suárez que quedó mano a mano con el golero Pérez. El delantero del Ajax definió cruzado y la pelota se fue cerca.

En México Giovanni Dos Santos complicaba con su velocidad y gambetas pero Fucile y Victorino ganaron en el mano a mano. Lo mismo Lugano cuando los pases iban por arriba en busca del argentino Guillermo Franco.

Luego Uruguay vio que México no era prolijo en la salida y se adelantó para presionar bien arriba. Recuperó varias pelotas y generó una chance muy clara con Palito Pereira; el zurdo tenía a Forlán y Cavani por el centro pero le pegó al primer palo y se fue afuera.

Y otra vez Forlán se encargó de dar juego con inteligencia y gestar un gol . Peleó una pelota y luego de controlarla se la tiró larga a Cavani para que desbordara. El salteño mandó un centro perfecto para su coterráneo Suárez, quien cabeceó de pique al primer palo para clavar el 1 a 0. Fue a dos minutos del entretiempo.

En los primeros minutos del complemento fue cuando el equipo jugó más en el campo mexicano, y parecía que podía liquidarlo. Los Pereira se soltaron más al ataque y pudimos marcar el segundo pero faltó algo de puntería. Luego Uruguay se replegó nuevamente pero México no se sintió cómodo con la pelota porque sus ataques morían, o con los tractores del medio, o en cualquiera de los hombres de la defensa. Dentro de esa línea Fucile fue el que más trabajo tuvo pero estuvo intratable; por eso el destaque específico.

Lo único de México fue un cabezazo en el área chica que desperdició solo el defensa Rodríguez. Hasta el final Uruguay siguió controlando el partido y con el ingreso de Scotti y Álvaro Fernández tuvo más piernas para continuar el planteo con el mismo rigor.

La celeste ganó merecidamente su grupo (la última vez fue en 1954) con siete puntos, la valla invicta y cuatro goles a favor. El cero en el arco responde a la seguridad de Muslera y a un sacrificado trabajo defensivo que arranca en los propios delanteros y llega a la última línea. Sabio Tabárez lo expresó claramente en la conferencia luego del partido cuando dijo que "no hay que demonizar la palabra defensa". Más adelante, el entrenador declaró visiblemente emocionado: "tenemos muchos sueños en nuestras mentes".

Alguna vez la murga Agarrate Catalina dijo que "no existen los sueños imposibles de soñar". Los que tiene hoy el pueblo uruguayo son posibles gracias a un equipo que emociona.


Publicado por Pomelito el 22 de junio de 2010 en www.teledoce.com

Pomelito después de Uruguay 3 - Sudáfrica - 0

El 16 de junio de 2010 Uruguay volvió a ganar un partido en un mundial después de 20 años. Esa tardecita Pomelito escupió el siguiente texto.

Soltá ese grito

Dos goles de Forlán y uno de Palito Pereira le dieron una victoria a Uruguay en un mundial luego de 20 años. Fue 3 a 0 contra Sudáfrica con otro buen trabajo colectivo en defensa y una gran actuación del 10 uruguayo que abrió el partido con un golazo de 25 metros. Arévalo Ríos, Godín y Pérez repitieron una destacada tarea. Importante la diferencia de cara a la clasificación.

Apenas terminó el partido tuve que salir a la calle. Me crucé con un grupo de chiquilinas de entre 14 y 16 años que saltaban y festejaban envueltas en una bandera uruguaya. Pese al temor por redundar con todo lo dicho en los últimos días, en ese momento pensé inmediatamente si será importante este triunfo, que ese grupo de jóvenes que recibían el bocinazo de cualquier auto que las cruzaba, no existían cuando Fonseca metió el cabezazo contra Corea del Sur en Italia 90`. Por eso, antes de ponernos a pensar en el partido, la tabla o las posibilidades de clasificar, permitámonos disfrutar de la victoria. De los goles. Y de los festejos de los jugadores e hinchas en Pretoria

Respecto al partido no hay duda que Uruguay ganó merecidamente. No arrolló al rival pero metió goles en momentos claves y nunca se vio superado; recuerdo sólo una situación de peligro en la que Muslera cortó bien un centro (igual hay que derrochar profesionalismo hoy para no dejarse llevar por la manija y la alegría). Luego de estar en ventaja manejó bien el partido y la pelota.

Uruguay salió con un esquema de 4-4-2 con Forlán libre desde mitad de cancha hacia delante para dar juego a los de arriba. No es su función habitual pero con Francia demostró en pocos minutos que no le queda grande el traje de “líder del equipo”.

Y el fútbol a veces tiene coherencia, porque fue justamente Forlán, el mejor jugador uruguayo en los últimos 15 años, quien abrió el camino a los 24` con un zapatazo que entró pegado al travesaño. Pese a no buscarlo con tanto afán, Uruguay se encontró con el partido que quería: en ventaja y con un rival que no sabe proponer sino que apuesta al error y a la salida rápida de contragolpe.

El entretiempo no cambió nada. Sudáfrica intentó acercarse pero la presión en mitad de cancha de Arévalo y el Ruso Pérez los asfixió, y cuando las pelotas iban en largo los zagueros y laterales cortaron muy bien.

En el complemento Fucile y Palito Pereira se soltaron más al ataque y Uruguay llegó con mayor claridad que en el 1er tiempo. De entrada Suárez había mostrado que estaba con ganas y los dribblings que se aburre de hacer en Holanda comenzaron a complicar a la defensa sudafricana. Lo tuvo Cavani en dos oportunidades pero no pudo; una la pifió luego de un notable pase de Forlán y en otra lo trabaron bien.

Pese a estar ganando por la mínima no sufrimos el partido y en todo momento daba la sensación que lo íbamos a liquidar. La defensa estaba firme, Forlán hacía todo bien con la pelota y Suárez inquietaba cada vez que la agarraba. Pero la tranquilidad llegó recién a los 80´. El Ruso Pérez llegó al área, la perdió, guapeó y le quedó a Forlán. La figura del partido soltó otro bombazo y el rebote le cayó a Suárez que no llegó a definir porque el golero le hizo penal. Qué otro le iba a pegar. Forlán asumió de nuevo la responsabilidad y la clavó bien arriba como contra Ecuador, en el gol más importante de la eliminatoria.

Sobre el final Uruguay encontró más espacio y vio que podía sacar una diferencia mayor. Pudo ser de Forlán pero le trabaron bien el zurdazo. Igualmente fue el goleador del Atlético Madrid quien gestó el tercer gol con un perfecto pase cruzado para Suárez. El salteño mandó el centro pasado y Palito la empujó, un poco con la cabeza y otro poco con el pie.

Es incierto el futuro de Uruguay en este mundial pero no tengamos miedo a disfrutarlo. Ganamos, nuestro mejor jugador se banca esa etiqueta, y festejamos tres goles. Soltá ese grito: Uruguay noma!

Publicado por Pomelito el 16 de junio de 2010 en www.teledoce.com

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