martes, 25 de septiembre de 2007

Palito a Tabaré pa´conseguir teléfonos

Qué discusión eterna la del aborto sí, aborto no. Un tema que no sería discusión, y mucho menos eterna, de no ser por la posición autoritaria del presidente Vázquez. Porque si bien hace 66 años que existe una ley que penaliza el aborto, cuando el 13 de abril de 2004 Uruguay vivió un día histórico porque el Proyecto de Ley llegó al Senado (nunca se había llegado tan lejos a nivel parlamentario con un proyecto de esas características) empezó un debate entre dos defensas: la defensa del presidente y algunos legisladores por una “vida ideal” y otra, que hasta ahora no alcanza, en nombre de la salud pública, los derechos de la mujer y la justicia social.

Además del interés político y el de las organizaciones sociales, se suma el de la sociedad. El 63% de los uruguayos está a favor de la aprobación de una ley que contenga educación sexual, acceso a métodos anticonceptivos y que permita a la mujer realizar un aborto en los primeros 3 meses de embarazo, según una encuesta de Equipos Mori de abril de 2004. Hoy el proyecto está archivado por la votación negativa de 17 senadores contra 13 que lo apoyaban.

El argumento de que Uruguay tiene un estado laico donde ninguna religión debe tener incidencia sobre las resoluciones del gobierno no se aplica a las declaraciones de Vázquez cuando anunció el veto porque dijo: “lo digo como médico más que como presidente de la República” y agregó que su oposición al aborto no se basa en un precepto religioso sino “humanista”. Pero trato de no caer en el facilismo de acusar al presidente de atacar la laicidad, argumentando por ejemplo, el traslado de la estatua del Papa Juan Pablo II junto a la cruz de bulevar Artigas. Se trata de ponernos el traje de Julio César Gard por un momento y ver números, estadísticas (en este caso un poco más relevantes para el futuro del país que los goles uruguayos en el exterior) Números de abortos y de muertes provocadas por esos abortos realizados en condiciones de riesgo.

Un estudio de la Universidad para la Paz concluye que de cada 10 concepciones, 4 se abortarían con lo que queda demostrada la ineficacia de la ley vigente porque las mujeres siguen abortando. Existen clínicas clandestinas, que todos conocemos y poco tienen de clandestinas, donde se practican abortos. En esas clínicas algunos técnicos cobran entre 500 y 800 dólares para interrumpir un embarazo y en un país con 800 mil pobres, es fácil asegurar que son pocas las mujeres que pueden pagarlo. Las que no pueden terminan abortando en malas condiciones sanitarias, ponen en riesgo su propia vida, y forman parte de una estadística que indica que las mujeres que viven en condiciones de pobreza mueren 2,64 veces más por abortos provocados en condiciones de riesgo, que aquellas que tienen mejores condiciones socio-económicas.

El tema del aborto dio y sigue dando para todo. Hace 1 año y medio aproximadamente, surgió el rumor de que Tabaré disolvería las cámaras de aprobarse la ley que despenalice el aborto. Tragicómico. Qué necesidad de revivir gratuitamente un miedo a otro golpe de estado. No es el caso de mi generación, que no vivió practicamente ese período, pero imagino a quienes sí lo sufrieron, que esa versión de prensa pudo haber causado algún temor; o simplemente vatir un poco la mierda que vivieron

Ojo, creo que es imperativo seguir investigando sobre las violaciones a los derechos humanos que todavía siguen impunes, sí, más afirme amistá; dar vuelta la página un carajo, pero de ahí a plantear que un presidente pueda disolver las cámaras porque se le canta, no me parece.

Al periodista que sacó el bolazo allá por febrero de 2006, sí a ti te pregunto ¿No será mejor preocuparnos por la falta de justicia social y derechos de las mujeres? Eso sí que es un disparate real. O también ¿por qué no hablamos de lo paradójico y contradictorio que es en algunos temas el presidente Tabaré Vázquez? Porque es paradójico. Un presidente que estableció como prioridad de este primer gobierno progresista, atender a las demandas de los más necesitados, no parece dar señales de un cambio progresista, cuando, utilizando el poder de su jerarquía, impone su posición personal desconociendo lo expresado por la mayoría de la opinión pública, y la posición de la casi totalidad Bancada de su Partido, y pretende conservar un sistema de salud desigual, donde los pobres mueren más por ser pobres. ¿O acaso el Ingreso Ciudadano del Plan de Emergencia alcanza para pagar los abortos de las madres que no pueden hacerlo?

Estoy convencido que después de devorar esta concatenación de información, repartida en ideas, ironías y reflexiones, el lector me creerá un gigantesco demagogo. Porque un demagogo puede ser alguien que aparenta sostener o reivindicar los intereses de la sociedad para conseguir su apoyo; en mi caso la aprobación de mis ideas. Por eso no es extraño ni incorrecto pensar que este texto que habla a favor de la justicia social y los derechos de las mujeres, es demagógico. Pero existe un matiz. Yo no estoy desnudando las injusticias sociales para crear conciencia en la gente y me alaben como un líder social o un periodista ejemplar. Es más, no soy periodista y es muy probable que este texto nunca se publique en ningún medio (verme o creerme un líder social me resulta completamente inverosímil) La conciencia sobre el problema de salud pública ya está formada en la opinión pública y yo soy uno más. Simplemente me tomo el tiempo de poner en este blog lo que ese 63% de uruguayos piensa.

Quiero creer que todos los que se oponen al Proyecto tienen una fuerte influencia religiosa, o “humanista” como la de Vázquez, y no son grandes hipócritas. Quiero creer que un médico que se opone fervientemente al Proyecto y lo dice a nivel público, no cobre por interrumpir un embarazo a nivel privado. Quiero creer que ninguno de los legisladores que votó en contra del Proyecto se olvide del voto cuando se trata de la novia del “nene”. Quiero creer que la hipocresía no es parte de la idiosincracia uruguaya pero... somos tan pocos y nos conocemos tanto.


(El principal cometido de esta opinión no es criticar a Vázquez, ni al gobierno. Ya tienen oposición de sobra y, si no la tuvieran, dudo mucho que este blog pueda ser opositor. Alejandro Dolina dice siempre que cuando los hombres actuamos, siempre tenemos la intención de "ganarnos minas". Mi opinión, además de criticar una situación real, no es otra cosa que un ejemplo del concepto de Dolina. De qué otra mejor manera puedo atraer mujeres si no es reclamando por sus derechos. Qué clase de hombre que soy... Bueno, espero mails para empezar a conocer chicas. Tambien me pueden encontrar en la sala del latinchat: "hipócritas que ocultan su machismo natural para ganarse mujeres")



9 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah...Sos un amor.
Por lo que veo un hombre hecho y derecho, con ideas solidas y comprometidas.
Gracias por pensar en nosotras y no vernos como una "cosa" sino como personas. Gracias de verdad.

Antonela.

P.D.: Queres cojer?

Anónimo dijo...

Entré al latinchat y no te encontre. Espero hacerlo pronto. Necesito hablarte. Ya que el hijo que llevo en mi vienter es tuyo hijodesetentamilputas; y bien q me trataste de asesina cuando te propuse abortar, eh!
Jugatela con la pensión alimentaria, bo...

Anónimo dijo...

no estoy para nada de acuerdo con este articulo

Anónimo dijo...

A no confundirse. Estar a favor de la despenalización no es estar a favor del aborto.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Estimado Nacho he leido todos tus articulos como forma de apoyo a tu blog y a ti, los he disfrutado gracias a tu madre que me paso la direccion, me resulto muy sabroso el de cierta rubia y este ultimo a pesar de NO estar a favor del aborto tambien lo leí, en cuanto a comentarios este es el 1ro. que te hago y como podras ver va firmado. Raul Astesiano

Anónimo dijo...

quiero tener un hijo tuyo mi amor, haceme la cola y tengamos ese bebe

Anónimo dijo...

ME HUBIERA GUSTADO QUE TE ABORTARAN A VOS PENDEJO ESTUPIDO.

Anónimo dijo...

IDEM ANTERIOR

El cine y su contexto - "Me tiré un caca-pedo, nos tenemos que ir", Sandy Lyle (Mi novia Polly)

Sandy Lyle es uno de los personajes más queribles del finado Philip Seymour Hoffman. En Mi novia Polly, Sandy es un actor frustrado aunque p...